Minas Colombianas- Los Mineros, Temprano & Corriente
Fecha Arqueológica de Andean nos apunta a los sitios de infancia de la colección cristalina de Esmeralda Colombianas y modifica alrededor de 500 años A.D. Indígenas de el área moderna del norte de Bogota dominaban técnicas de perforación, pero nunca desarrollaron la habilidad de lapidario mas allá de un simple moldeo. Aparentemente, ellos nunca intentaron tallar. Todo esto cambio cuando llego Cristóbal Colon y los conquistadores Españoles.
Después de la invasión la armada Española encontró nativos Colombianos con Esmeraldas, ellos recogieron información la cual les frustro los planes de ejecutar las largas pesas de asaltos contra los Indios en las regiones montañosas de ricas Esmeraldas del norte de Bogota.
En esos tiempos (a mediados de los 1600´s), el Indio Muzo controlaba la región y peleaba furiosamente, pero en vano contra los Españoles que invadían. Hoy, descendientes de los Muzos, llamados guaqueros, persisten en arriesgar sus vidas para excavar por las piedras mientras se niegan a reconocer que cualquier persona tiene derechos a las piedras. Esta, violencia natural que excede la sociedad Colombiana, proporciona un contexto voluble para la industria.
Hoy, el gobierno Colombiano nominalmente controla todo menos una mina de Esmeraldas. La Mina Muzo, alternado entre dueños privados, operación publica, y hasta dueños Británicos, y esta actualmente trabajada bajo10 años de contrato para desarrollar las 200 hectáreas (unos 480 acres) la cual abarca el deposito primario del Muzo. Tecminas son dueños del contrato hasta 2004, y sus empleados viven y trabajan en un campo armado.
Bandidos y patrullas paramilitares se recuestan en espera a lo largo de los dos caminos que conducen a los Muzo y de donde los Muzo. Ellos operan bajo dos premisas.
  1. Pasajeros en vehículos llevando a las minas grandes sumas de dinero.
  2. Esos que viajan fuera cargando Esmeraldas.
    Estos grupos operan con impunidad, son fuertemente armados, y han atacado con éxito a convoyes armados consistiendo de mas de cincuenta vehículos armados.
La "operación" de la mina del Muzo es similarmente increíble. Los depósitos de Esmeraldas descansan generalmente en la vena de la calcita arrimándose en suave pizarra cerca de la superficie de la tierra. Las niveladoras hacen golpeos repetitivos a la cara de los lados de el escarpado de la inclinación del valle.
Ahí hay cientos de trabajadores, o pedreros, quienes ganan aproximadamente $600 por mes. A pesar de el sueldo tan bajo, los Colombianos colectan hasta llenar vacancias solo por una franja de beneficio - el picando mensual, cuando los grupos de trabajadores se hacen alrededor de las niveladoras para así votar sus raspaduras, cuidadosamente buscando las calcitas que alumbren de blanco. Durante el picando, los trabajadores son permitidos a excavar por Esmeraldas con sus manos o con picas pequeñas. Los representativos de la familia que controlan a los Tecminas inspeccionan lo encontrado, seleccionan así los mejores pedazos, conocidos como gangas en bruto, para los dueños de las compañías. Los pedreros después se les permite que se embolsen el resto de su caza como un regalo por trabajar en Muzo. La intriga no termina ahí. Los Tecmicas de niveladoras arrojan toneladas de raspadura de pizarra y el apoyo de suciedad de Esmeraldas a una secuencia la cual carga afluentemente arrollo abajo hacia miles de expectantes guaqueros esperando.
Un promedio, de cuatro o cinco guaqueros mueren cada semana en peleas sobre Esmeraldas, mujeres, y un césped. Con mas de un toque de alcohol, la desesperación, y los celos. Irónicamente, arrojan todo por una buena razón. Los pedreros y guaqueros que son de coraje y sobreviven a la violencia en búsqueda entre montones de pizarra de corriente de desechos deben después correr a entregárselo a los paramilitares en línea y a los bandidos de guantelete a lo largo de la carretera de el Muzo hasta Bogota donde finalmente se ganan su premio.